El cáncer de pene es una enfermedad maligna rara, con efectos psicológicos y físicos devastadores. Es extremadamente infrecuente en países desarrollados, en los Estados Unidos comprende menos del 1% de los cánceres en hombres con alrededor de 300 muertes por esta enfermedad al año, esto comparado con las casi 35000 muertes por cáncer de próstata.
Se presenta más frecuentemente en hombres en la 6ta y 7ma década de vida, siendo el carcinoma de células escamosas la variante más frecuente.
El manejo actual se basa en series retrospectivas con pocos casos, y evidencia de buena calidad está ausente. La rareza de encontrar un paciente con cáncer de pene en la practica diaria, combinado con la limitada evidencia y recomendaciones, hacen que el manejo lamentablemente sea subóptimo en la mayoría de los casos.
Las tasas de incidencia varían dramáticamente entre diferentes poblaciones con naciones menos desarrolladas las que tienen la mayor incidencia. La obesidad y la falta de higiene también se han implicado marcadores de mala salud pública y en el desarrollo de cáncer de pene. El nivel socioeconómico bajo generalmente se asocia con mayor riesgo de cáncer. El efecto se magnifica en el cáncer de pene dada la rareza de la enfermedad y poca conciencia entre la población en general.
Las lesiones premalignas son precursores benignos con un potencial de progresión a cáncer de pene. El riesgo de transformación maligna no está clara, pero algunos autores han informado tasas de hasta el 30% después de una tiempo de retraso significativo. Estas condiciones están relacionados con la inflamación crónica que puede ser perpetuado por el cálido y húmedo medioambiente subprepucial.Se ha informado que la balanitis y la postitis presentan un riesgo 3,82 veces mayor de cáncer del pene y la fimosis resultante puede conducir a un aumento de 12 veces el riesgo. Es importante reconocer e identificar el liquen escleroso y la balanitis xerofitica obliterante, pues estas condiciones inflamatorias son factores de riesgo importantes.
La circuncisión es un tratamiento eficaz para la recurrencia balanitis y fimosis patológica. Estudios informan una reducción del riesgo del 95–99% en cánceres de células escamosas del pene y un aumento de 22 veces en la prevalencia entre hombres no circunsidados.
Otros factores relacionados al cáncer de pene están el tabaco, la fototerapia con PUVA para psoriasis, las infecciones por el virus del papiloma virus.
Es importante que si un hombre presenta una lesion que no se cura y aumenta en el pene, glande o prepucio, y presenta alguno de estos factores de riesgo, acuda a una evaluación médica y poder actuar en el momento indicado.
Urología general y oncológica
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